Llega mayo, las flores y la marcha contra el cuartel de Soietxe en Mungia. Dentro del espíritu de nuestro clásico lema “Bota Kuartelie eta erein Porrue” (¡Abajo los muros de los cuarteles, plantemos puerros!), este año tenemos la intención de ir más allá y presentar SOIETXE COMO CANDIDATURA OLÍMPICA PARA LOS JUEGOS DEL 2012. De esa manera, a la par de reivindicar la desaparición de las instalaciones militares de la faz de la tierra, promovemos que los espacios y recursos que consumen se usen para fines sociales, deportivos en este caso. En la rueda de prensa se ha presentado a Porrutxue, la mascota de la candidatura, y hemos contado con la presencia del Príncipe Felipe.
La marcha comenzará el sábado 10 de mayo a las 11:30 en la Plaza de los Fueros de Mungia. Contaremos con Porrutxue, participantes de las Olimpiadas, batukada y buen humor. Ya en el cuartel, se colocará la primera piedra de las futuras nuevas instalaciones deportivas y se celebrarán diversas competiciones entre los militares (encabezados por el Abanderado Príncipe Felipe) y aldeanos de Mungialdea. Entre otras competiciones, tendremos lanzamiento de puerro, carreras al sprint y plantación de puerros con atxurra. Para finalizar, repondremos fuerzas en una comida popular gratuita.
Todo el mundo sabe para qué sirven los ejércitos en un mundo globalizado: para mantener las diferencias entre las economías opulentas y las miserables, para blindar los intereses geoestratégicos del Primer Mundo y mantener el sistema económico que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. Los ejércitos son los garantes de que estas diferencias se mantengan y las instalaciones militares son los cubiles donde se cobijan los escoltas de los explotadores. Para mantener esas instalaciones y los juguetes mortales que albergan, el Estado gasta 23.052 millones de euros al año (3,8 billones de pesetas), 10 veces más que para Medio Ambiente, 13 veces más que para Agricultura, Pesca y Alimentación o 32 veces más que para Cultura, por poner unos ejemplos (los datos han sido extraídos de los presupuestos generales del Estado). Y luego a esos despilfarradores (63 millones de euros al día), les ponen medallas.
Así que una vez más pedimos la abolición de los ejércitos, el desmantelamiento y posterior reciclaje para fines sociales de todas las instalaciones militares, y que los gastos que generan los uniformados se inviertan en lo que de verdad necesitamos, que poco tiene que ver con máquinas de guerra, fusiles de asalto o blindados ligeros.
BOTA KUARTELIE ETA EREIN PORRUE!
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