AHORA SE LAVAN LA CARA, ADEMÁS DE LAS MANOS.

gasto militar

Hemos tenido que esperar a que llegue una pandemia mundial para evidenciar la necesidad de la inversión pública en gastos sociales, cultura, educación, investigación, sanidad… En los últimos 10 años, el presupuesto de ámbitos de protección social se ha ido detrayendo en beneficio del gasto militar y control social, llegando en 2019 a 31.702,44 millones de euros.

Las sucesivas imágenes que llenan todos los medios de comunicación de soldados ocupando los espacios públicos, ayudando a las compras, en tareas de desinfección… no deja de ser un despilfarro más, ya que el coste operativo de la estructura militar es desorbitado en comparación a las estructuras civiles, sean públicas o de autogestión. Es un torpe intento de lavado de cara al ejército, realizando además unas tareas de cuidado y limpieza que normalmente a las que las realizan, mayoritariamente mujeres, ni se les reconoce ni se les protege y que ahora se aplaude.

Ni estamos en guerra, ni somos soldados. Las armas ni curan, ni protegen. De esta situación saldremos con responsabilidad, solidaridad, empatía y cuidado mutuo. Por ello, os animamos a participar activamente atendiendo a nuestras personas cercanas, vecinxs, colaborando con ellxs y acompañándonos. De este modo, daremos un paso hacia una sociedad más igualitaria, solidaria y organizada.

Cuando todo esto pase, nos juntaremos y recuperaremos las calles, trabajando para transformar el mundo. Hasta entonces, cuidaos, cuidad y que os cuiden!