Activistas noviolentos, incluyendo varias personas de Alternativa Antimilitarista.MOC, han bloqueando el acceso a la cumbre de la OTAN mediante acciones directas noviolentas. La cumbre ha teniendo lugar en la recién estrenada sede de la OTAN en Bruselas. Los activistas han ocupado los pasos y cruces entre la Avenida Jules Bordet y la calle de la Fusée, así como las grandes señales de tráfico sobre la autovía y la circunvalación, la misma que han tomado los delegados que participan en la cumbre de la OTAN.
Mediante sus acciones directas noviolentas y radicales, quieren hacer entender con convicción que la OTAN es de hecho una máquina de guerra, y que lejos de garantizar la paz y la seguridad en el mundo, lo único que hace es reforzar la inestabilidad mediante la amenaza de uso de armas nucleares.
Con la campaña NUKE-Free Zone (Zona libre de nucleares), Agir pour la Paix (Acción por la paz) mantendrá acciones para exigir que los países miembros de la OTAN empiecen las negociaciones para un futuro tratado de prohibición de las armas nucleares y que finalmente lo firmen. Es momento de que Bélgica siga la voluntad de la mayoría de las naciones, en lugar de continuar doblándose ante los dictados de la OTAN.
Las armas nucleares estadounidenses que han estado situadas en Bélgica (Kleine Brogel, Limburg) durante más de 60 años en el marco de la OTAN, así como las de otros países europeos que las alojan (Alemania, Italia, Países Bajos, Turquía), tienen que dejar el suelo europeo en el que nunca deberían haber permitido que estuvieran.
A día de hoy, las armas nucleares representan la mayor amenaza para el planeta y la última arma de destrucción masiva que no está incluida en un tratado de prohibición. Las consecuencias de su uso voluntario o accidental son tales, que ningún país ni organización pueden afrontarlas. “Bélgica, como otros países que guardan estas armas, tiene que poner fin a esta ruleta rusa que se juega con la humanidad, y poner en práctica sus bonitos discursos en los que hace llamamientos a un mundo sin armas nucleares…” dice Stéphanie, miembro de Agir pour la Paix.
Es más urgente que nunca, es momento de invertir en soluciones, más que en los problemas de la OTAN. La OTAN debe ser disuelta.
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